¿Quién se robó el Matisse? Marianela Balbi responde 3 preguntas sobre la Odalisca robada
- Albinson Linares
- Oct 5, 2015
- 5 min read

Hace 15 años La odalisca de pantalón rojo, el cuadro de Henri Matisse, fue hurtado y sustituido por una mala copia en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas. La Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, anunció el jueves pasado que la obra será entregada al Estado venezolano por funcionarios estadounidenses este lunes 7 de julio.
La pintura hecha por Matisse en 1925 está valorada en más de 3.000.000 de dólares y, según reportó Associated Press, fue localizada en julio de 2012 cuando el cubano Marcuello Guzmán y la mexicana María Ornelas Lazo intentaron vendérsela a unos agentes encubiertos del FBI. La pareja delictiva recibió condenas por 33 y 21 meses de prisión, respectivamente, por vender arte robado.
Marianela Balbi, Directora Ejecutiva del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) en Venezuela, realizó las más completas investigaciones periodísticas sobre el hurto de esta obra de arte, recogidas en su libro El rapto de la Odalisca (Aguilar, 2009).
Balbi responde tres preguntas sobre el caso del Matisse y las expectativas generadas por la Odalisca que vuelve a Venezuela.
1. ¿La restitución del cuadro cierra las investigaciones sobre su robo? ¿Habría sido posible recuperarlo sin el apoyo de EE.UU. y el FBI?
Para Estados Unidos será el cierre de un capítulo que el FBI decidió abrir en diciembre de 2011, cuando comenzaron las acciones encubiertas para tratar de ubicar y recuperar La Odalisca con pantalón rojo y que culminaron con la aparición de la obra el 17 de julio de 2012, fecha en la que fueron detenidos Pedro Antonio Marcuello Guzmán, estadounidense de origen cubano, y la mexicana María Martha Elisa Ornelas.
La última referencia que se da en mi libro El rapto de la odalisca sobre dónde estaría laOdalisca con pantalón rojo la ofrece Wanda de Guebriant, quien relató que el 17 de diciembre de 2002 recibió noticias de que la estaban vendiendo en México y que quien le había llamado por teléfono era una persona llamada Pedro con acento cubano. Los implicados habían negociado la obra por 740 mil dólares, pero afirmaron que estaba valorada en tres millones y reconocieron que era robada. La obra fue recuperada en el Hotel Loews de Miami.
La recuperación de la pieza de la colección del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas es un logro exclusivo del FBI y del agente Robert Giczy. Y la condena de los implicados por transporte interestatal de una propiedad robada y por posesión de una obra robada fue gracias a la actuación del sistema judicial de Estados Unidos. En los documentos del juicio seguido a Marcuello Guzmán y Ornelas no se hace ninguna referencia a que en la recuperación del cuadro hayan participado autoridades o funcionarios del gobierno venezolano.
Resultará asombroso ver cómo la Fiscalía General de la República y la Cancillería venezolana celebrarán como un logro propio del gobierno revolucionario la recuperación de este patrimonio de los venezolanos, cuando durante los doce años que han transcurrido desde la denuncia de la desaparición de la obra de Henri Matisse hasta este lunes 7 de julio guardaron absoluto silencio y demostraron indiferencia y falta de voluntad política.
Como venezolana celebro que podamos disfrutar de nuevo de esta obra de Matisse y que es del patrimonio cultural de los venezolanos, pero no me sumo a la celebración porque no olvido que es un caso más que engrosa las impresentables cifras de la impunidad.
2. ¿Hay responsables locales? ¿Se han hecho imputaciones en Venezuela? ¿Cuál es el estatus de las investigaciones?
Durante los años que siguieron a la denuncia del robo del cuadro, las noticias únicamente registraron un reporte de que habrían conseguido a unos agentes de seguridad del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas responsables del robo, pero nunca se avanzó en la investigación de la Fiscalía. Siempre adujeron que eran los eslabones más débiles de la cadena de responsabilidad y nunca conocimos sus nombres. Ni siquiera fueron llamados a declarar.
Luego de las investigaciones iniciales, emprendidas cuando se supo de la sustitución del Matisse verdadero por la copia –denuncia que ocurrió casi dos años después de la posible desaparición del cuadro de las instalaciones del museo– no se conoció de algún adelanto en las pesquisas para dar con los responsables. Funcionarios policiales y de la fiscalía reconocieron que esas búsquedas se hicieron sin mucha rigurosidad debido a la poca experticia que tenían los investigadores en este tipo de caso vinculados con el arte. La fiscal que llevaba el caso señaló que habría que hacer nuevas entrevistas. Eso tampoco ocurrió.
Cuando Marcuello Guzmán y María Ornelas fueron detenidos en el hotel Loews de Miami, la única referencia que hicieron a Venezuela fue cuando afirmaron en el juicio que “los empleados del museo en Caracas habían hecho el reemplazamiento”. Esa acusación fue desatendida por las autoridades venezolanas y nunca se investigó la conexión que podría haber existido entre los vendedores y quienes robaron la obra del MACC.
A pesar de que en los informes de la Contraloría se incluyó el caso (junto a la desaparición de otras obras), nunca se establecieron las responsabilidades de los empleados del museo que tenían bajo sus funciones la custodia y conservación de este patrimonio cultural, a pesar de que algunos de esos funcionarios llegaron a ocupar cargos de decisión en la Fundación de Museo Nacionales y otros entes de la administración pública.
El 14 de enero de 2010, a raíz de la aparición de mi investigación El rapto de la odalisca, el Ministerio de Cultura emitió una providencia publicada en Gaceta Oficial donde solicitaba tomar medidas para establecer responsabilidades administrativas, pero tampoco ocurrió ninguna averiguación.
3. ¿Crees que este caso mejoró las condiciones de seguridad de los recintos museísticos del país para prevenir más casos como este?
A raíz del caso Matisse se creó en Venezuela el Comité contra el Tráfico Ilícito de obras de Arte, pero no hemos tenido muchas noticias de sus actuaciones.
Los venezolanos desconocemos en qué condiciones se encuentra la colección de los museos nacionales. No sabemos si están a buen resguardo ni cómo están el inventario o las condiciones físicas de las bóvedas, por ejemplo. Quisiéramos saber qué pasó con la colección de Fogade, hecha con obras muy valiosas que pertenecían a los bancos privados que cayeron producto de la crisis financiera de 1994.
Creo que este caso nos alienta a exigirle al Estado que ofrezca las garantías para que no vuelvan a ocurrir hechos como la desaparición de la Odalisca con pantalón rojo y a insistir en que se investigue qué ocurrió entre finales de 1999 y mediados del año 2000, cuando pudo haber sido reemplazada la obra de Matisse. Sin duda, será nuestra Gioconda, la obra más valorada y la más admirada.
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